El mercado inmobiliario en España se ha vuelto una especie de versión descontrolada de El Precio Justo, pero con casas en vez de licuadoras. Aquí, en vez de adivinar el precio exacto sin pasarse, parece que los precios no tienen límite y van completamente a su aire. Según el Banco Central Europeo (BCE), esto ya se ha salido de cualquier referencia lógica.
Llevamos una década con los precios de la vivienda subiendo sin parar. Desde principios de 2014, comprar una casa es un 66% más caro. Lo curioso es que, después de 10 años de subidas, ahora están se están acelerando aún más. A pesar de que los tipos de interés están por las nubes, la demanda sigue fuerte. Es como si la gente pensara: "Si no compro ahora, luego será imposible".
El BCE acaba de publicar un indicador que dice que las viviendas en España están sobrevaloradas en un 10%. Esto no significa que estemos en una burbuja, pero sí que los precios están alejándose de la realidad. En otras palabras, comprar una casa es cada vez más difícil: los precios suben mucho más rápido que los salarios. Hoy en día, necesitas el equivalente a 7,1 años de sueldo bruto para hacerte con una casa, cuando en los 90 bastaba con tres.
Para calcular este desfase, los economistas del BCE miran datos como el PIB per cápita, la relación entre el precio de compra y el alquiler, y otros indicadores que tienen en cuenta los tipos de interés y los ingresos. Y la cifra es clara: en el segundo trimestre de 2024, la sobrevaloración media de la vivienda en España llegó al 9,8%, superando incluso el promedio del 9,3% en la zona euro.
Por si fuera poco, los precios siguen desbocados. En el último año subieron un 9,5%, alcanzando una media de 2.363 euros por metro cuadrado, y comunidades como Valencia o Madrid están registrando aumentos aún mayores.
La situación parece un deja-vu del concurso de televisión, donde los participantes trataban de acertar con el precio sin pasarse. Pero aquí, los compradores están convencidos de que los precios van a seguir subiendo y prefieren comprar ya, antes de que sea aún más caro. Este pensamiento, sumado a factores como más empleo, un crecimiento de la población y bajadas ocasionales de tipos, está impulsando aún más la demanda. El problema es que la oferta no da abasto.
El BCE advierte que para que este mercado vuelva a un nivel razonable, tiene que equilibrarse la balanza entre oferta y demanda. Porque ahora mismo, comprar una casa se ha convertido en un lujo al alcance de muy pocos.