Ser o no ser. Vender de forma particular o a través de una agencia. Esa es la cuestión. Bueno… esa es una cuestión, luego está escoger que agente o agencia es el más adecuado para ayudarte con la venta de tu propiedad, pero eso se merece un post para él solito. 

Según datos de idealista.com, el 56% de las viviendas, locales y garajes que se venden en España se venden de forma particular, mientras que, en Estados Unidos, muy pocos propietarios aspiran a vender su casa por su cuenta (el 80% de las operaciones se hace a través de agentes inmobiliarios). En EEUU casi todas las compraventas se hacen con agentes mientras que aquí más de la mitad se hacen de particular a particular. Si bien es cierto que, allí la profesión de broker inmobiliario tiene prestigio, los particulares confían en ellos y se les considera honestos, serios y preparados. Vamos, gente legal, la mismita percepción que se tiene aquí del sector. Hasta que me conocen a mi. ; )

El propietario argumenta que su objetivo es sacar la máxima rentabilidad posible y, por lo tanto, ahorrarse cualquier gasto adicional. Por ejemplo, los honorarios de las agencias que van desde un 1% hasta un 6% y están sujetas a un IVA del 21%. Normal, quien no quiere ahorrarse dinero, yo también lo haría, sin embargo, un buen agente inmobiliario te puede hacer ganar mucho dinero. Pagar el 0% de nada es llevarse al bolsillo nada.

Pero, hagamos una lista de los motivos para elegir a un BUEN inmobiliario y no vender tú propiedad de particular a particular:

1. Para la gran mayoría, comprar o vender una casa es una decisión trascendental, que afecta a nuestra economía y a nuestra felicidad; misión del buen agente es acompañarte y cuidarte durante el proceso para que estés bien, sin miedo ni estrés. Cada vez más, este aspecto me parece el más importante. Las dudas, miedos y preocupaciones que surgen durante el camino con un buen agente inmobiliario a tu lado, son menos.

2. Puede que estés familiarizado con los trámites que supone comprar o vender una vivienda, papeleos, gastos y demás. Puede que todos los gastos y que todo esto te genere cero preocupaciones, pero tú, como particular, tienes tu trabajo y no vas poder dedicar el tiempo necesario a la venta de la propiedad, para poder conseguir el mejor precio y en el menor tiempo posible, porque esto no se consigue sólo colgando el anuncio en los portales inmobiliarios.

3. Para ello el objetivo es alcanzar la máxima visibilidad, cuanta más sea esta, más posible demanda y mayor precio. Simple. La publicidad en portales se da por hecha, además, la hecha por particulares es poco efectiva. La base de contactos que debe manejar un buen agente se debe contar por miles y a día de hoy, están las redes sociales, donde la magia consiste en compartir. La confianza que genera un buen agente en las redes ayuda a alcanzar visibilidad que difícilmente podrá conseguir un particular, que puede tener muchos contactos pero que tendrá únicamente la demanda natural de su circulo de amistades, limitada en comparación con la del agente. 

4. Normalmente los propietarios, no todos, por diversas razones, fijan por regla general, un precio de salida muy elevado por su propiedad, es normal, y esto saca muchas veces al inmueble del mercado haciéndolo invisible durante lo que debería ser su luna de miel (las primeras semanas en el mercado, cruciales en la venta). Misión del buen agente, que tiene el conocimiento del mercado y las herramientas, es hacer una correcta valoración, contándote las cosas como son y no como tu quisieras que fuesen. 

5. Las llamadas a todas horas, las visitas…A los particulares les da vergüenza cualificar al comprador por teléfono, por lo que hacen visitas sin ton ni son. El buen agente realiza preguntas embarazosas para saber si realmente el interesado es comprador o un turista inmobiliario.   

6. La presentación de la vivienda normalmente mejora mucho cuando hay un agente asesorando. Es de gran importancia ordenar las estancias, controlar malos olores, aplicar una nueva capa de pintura en las paredes, realizar reparaciones, limpiar los suelos y alfombras, reemplazar lámparas y bombillas y despersonalizar la vivienda: retirar objetos personales, cuadros, fotos etc. Una pequeña inversión en esta puesta a punto o puesta en valor o home staging o como quieras llamarlo, bien merece la pena. Esto es fácil de entender fríamente, en la teoría, pero cuando se trata de la vivienda de uno mismo, del dinero propio, cuesta más, esto es así. Y por supuesto, sin descuidar las fotografías, aspecto crucial en el marketing y que muchos particulares no le dan la importancia que deberían. Misión del buen agente es hacer entender al propietario que su vivienda es su producto, y que este valdrá más y tendrá muchas más posibilidades frente a la competencia, si se realizan estas acciones, de bajo o incluso ningún coste, más que el emocional.

7. Generación de confianza en el comprador, ayuda en la negociación,...

En definitiva, cada uno sabe de lo suyo,  y aunque apliques el DIY, do it yourself –hágalo usted mismo–, haciendo una inversión emocional y de tiempo grande, porque te ves capacitado para ello o simplemente tienes ganas y decides vender tu vivienda de manera particular, difícilmente se parecerán los procesos y los resultados obtenidos con los que habrías obtenido de haber recorrido el camino de la mano de un buen agente inmobiliario. Y puede que le hayas dedicado tanto tiempo y te haya provocado tanto estrés e incertidumbre mental que un 3% te parezca barato.

Así que, a que esperas, llámame y me cuentas. Vamos a vender tu vivienda.